JEREMÍAS
Vivió en el siglo VII a.C. Profeta muy delicado, dotado de gran sensibilidad; tímido y emotivo. En el pugnan la necesidad de paz y ternura con la dureza del mensaje que tiene que anunciar, porque vivió momentos terribles para su pueblo: el período de la humillación y del exilio. Dos yugos uncían al pueblo: Asiria y Egipto.
El profeta y su medio
Hacia mediados del s. VII a.C., probablemente entre los años 650 y 645, nació en el seno de una familia sacerdotal de Anatot, pequeño lugar cercano a Jerusalén, el niño que más tarde sería conocido como el profeta Jeremías (1,1). Siendo todavía muy joven (1,6), el Señor lo llamó a su servicio; corría por entonces el año 626, decimotercero del reinado de Josías (1,2), poco más de un siglo después de la época en que había vivido y ejercido su ministerio el profeta Isaías (Is 1,1).
El libro y su mensaje
El libro de Jeremías es una de las colecciones más extensas de escritos proféticos. Puede dividirse en tres secciones: la primera comprende del cap. 1 al 25; la segunda, del 26 al 45, y la tercera, del 46 al 51. Cierra el libro el cap. 52, que es como un compendio del relato de la caída de Jerusalén.
Esquema del contenido:
1. Mensajes contra Judá y Jerusalén (1,1–25,38)
2. Relatos autobiográficos y anuncios de salvación (26,1–45,5)
3. Mensajes contra las naciones paganas (46,1–51,64)
4. Apéndice: la caída de Jerusalén (52,1–34)